Se podría decir que reformar una casa antigua es el sueño de muchos. Pero hay que tener en cuenta que es más complicado de lo que parece. Una de las tendencias más demandadas en interiorismo es la unificación del moderno con lo antiguo, y qué mejor que contar con una estructura que nos añade ese toque rústico sin perder la esencia para poder reformarlo.
Cuando se trata de una infraestructura vieja se deben de tener en cuenta una serie de aspectos antes de empezar con las reformas de esta.
Contar con un presupuesto
Para contar con un presupuesto a medida es necesario tener claro lo que queremos hacer conforme a la reforma. Para ello te aconsejamos buscar inspiración en revistas, blogs o fotografías y así poder plasmar una idea general de lo que se desea. Ya que se trata de una reforma casi integral se aconseja acudir a profesionales del sector y pedir varios presupuestos. Además, es muy importante tener en cuenta que pueden surgir varios imprevistos y por lo tanto se aconseja reservar una cantidad para éstos.
Planificación: Burocracia y administración
Por otro lado, es necesario consultar los permisos y licencias a las administraciones sobre lo qué podemos hacer en la reforma o no. Además, hay que tener en cuenta que en España hay abundantes casas de valor arquitectónico que están protegidas, por lo que es importante informarse sobre las tasas qué hay que abonar por las obras.
Rehabilitación: Verificar la estructura
El siguiente paso, antes de empezar con la restauración, será verificar la estructura, es decir, realizar un análisis de la infraestructura de toda la casa. En este caso la función de un arquitecto o ingeniero es imprescindible, ya que será el encargado de analizar si es necesario reforzar la estructura con pilares, contrafuertes, muros o en su caso si es posible tirar o no un tabique ya que en muchas ocasiones se trata de muros de carga por lo que habría que colocar vigas de soporte.
Además, un importante factor para detectar en este tipo de casas son las humedades, ya que si proviene del sistema de tuberías solo bastaría con cambiarla o tratarlas antes de empezar con la reforma. Por lo que es muy importante comprobar el estado de las instalaciones de agua y electricidad, el asilamiento térmico y acústico de la casa.
Pasos a seguir y las claves para reformar una casa antigua
A continuación, te detallamos los pasos a seguir y las claves para poder reformar una casa antigua:
- Distribución de espacios
Una vez realizado los pasos anteriores, los más importantes antes de empezar con las obras, será planificar la distribución de las estancias. Como mencionamos antes, no se podrá tirar un tabique o abrir espacio sin la autorización de un arquitecto o ingeniero que haya verificado la estabilidad de la estructura.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la distribución de las tuberías y bajantes para organizar una distribución acorde a las mismas, o hacer una restructuración de esta. Una fijado esto, es el momento perfecto para ir planificando al mismo tiempo la decoración de la casa ya que es cuando podemos definir los espacios abiertos o cerrados deseados y jugar con la iluminación natural de la casa.
- Un correcto aislamiento
Invertir en un nuevo sistema de aislamiento permitirá un ahorrar a largo plazo en sistemas de climatización. Cabe destacar que sustituir puertas y ventanas es lo más caro de la reforma, pero si éstas están en mal estado es aconsejable cambiarlas. Si es posible optar por ventanas que consten rotura de puente térmico y se ajusten bien. También cabe la posibilidad de restaurar las puertas para mantener su esencia, ya que solo bastará con lacarlas y barnizarlas.
- Instalación eléctrica y tuberías
Restaurar una casa antigua significa que su instalación eléctrica y tuberías pueden ser muy antiguas, consumen mucha energía o con materiales que ya no se utiliza, como por ejemplo si están hechas de cobre o hierro es imprescindible revisar su estado. Lo ideal es acondicionar todo el sistema tanto eléctrico como de tuberías para que en un futuro no den ningún tipo de problema.
- Iluminación
La iluminación es clave para otorgar un ambiente confortable y nuevo en la casa. Para ello hay que tener en cuenta la correcta distribución de los puntos de luz que, además, ayudará a reducir el gasto en electricidad. La alternativa es contar con abundantes ventanas y derribar barreras para dar paso a la iluminación natural y proporcionar espacios abiertos y así dar la sensación de un espacio más amplio.