El proyecto de VITALE toma como inspiración los campos, los surcos de labranza, las parcelas y la cosecha. Se conceptualizar una huerta mediante líneas y figuras puras.
Se trata de un espacio gastronómico de unos doscientos metros cuadrados con capacidad para unos ochenta comensales. La cocina tiene una zona oculta, sin embargo, la zona de elaboración de las pizzas queda a la vista desde el comedor junto a las barras siguiendo la filosofía de cocina consciente y honesta.
En la zona central quedan suspendidas unas líneas de paneles acústicos decorativos que simulan los surcos de la tierra y la labranza.
Se emplean casi cuatro mil ladrillos rústicos para conformar varias celosías separadoras y elementos decorativos.
El local tiene 2 fachadas muy abiertas con grandes ventanales acristalados que proporcionan abundante luz natural y sensación de amplitud en el interior.
Esperamos que os guste.