Cuando visitamos la obra por primera vez nos dimos cuenta de las opciones que tenía la galería, y siguiendo las premisas
marcadas por las propietarias eliminamos el muro de separación para ganar espacialidad.
Tuvimos la mala suerte de encontrarnos una bajante dentro de dicho muro, pero los astros se alinearon para que pudiéramos
desplazarla, gracias a que nos encontrábamos en la última planta. El lacado blanco de los muebles combinado con la bancada
gris oscuro da mucha luminosidad a la misma.
La reforma, descontando la intervención en la cocina, fue un lavado de cara, quedando pendiente para una segunda fase el
cambio de la carpintería interior. Se colocó pavimento porcelánico imitación madera en toda la vivienda, alicatados combinados
en los baños y se instaló un sistema de descalcificación para toda la vivienda y ósmosis para la cocina.
Esperamos que os guste.