Una intervención en un edificio histórico, en el que los forjados estaban construidos de la forma tradicional mediterránea mediante revoltón.
Aprovechamos dicha construcción para enaltecer el proyecto, dejando los tabiques sin llegar al techo, hasta una altura de 2,40 respecto del suelo.
De esta forma, las paredes blancas de claro estilo mediterráneo contrastan con el ladrillo visto de los revoltones, dejándose 90 centímetros de separación, consiguiendo generar dos escalas, la funcional a 2,40 metros y la real a 3,30 metros de altura, lo que pone en valor el contenido y el continente de diferente modo.
La dirección de obra fue realizada por Boris Strzelczyk y ONYON Estudio Creativo.
Esperamos que os guste.